Estamos en pleno avance de la siembra de gruesa. Todo indica que el maíz aportará gran parte del volumen de producción de granos 2020/21 gracias a una muy favorable evolución de precios, buena relación de precios soja/maíz (cuando la relación está por debajo de 2 favorece al maíz siendo hoy 1,6 dicha relación), márgenes brutos proyectados, forzada reducción de la siembra de trigo por falta de agua, y una cada vez más probada estabilidad en planteos de siembras tardías.
Desde el punto de vista técnico uno puede planificar y organizarse para apostar a más maíz, y probablemente pueda lograr los pisos de rendimiento que esté presupuestando. Ahora bien, muchas veces, nos olvidamos de poner este mismo nivel de precisión y esfuerzo del lado comercial.
Hoy sin duda los mercados están mostrando un nivel de precios muy interesantes, tanto para el disponible como para el futuro. Con valores de 150 y 140 dólares en abril y julio respectivamente vemos que las últimas lluvias en las zonas centrales y sur del país van a potenciar la siembra de maíz temprano para capturar los 10 dólares extras y el mayor potencial de rendimiento. Para el resto de las zonas o ambientes, miramos los 140 dólares para julio y vemos que con estos valores podemos lograr márgenes brutos proyectados no solo positivos sino que muy superiores a la alternativa que nos ofrece el margen bruto de soja. Por citar un ejemplo, para zonas del NEA, alejadas del puerto vemos diferencias de hasta 170 dólares por hectárea.

Por otro lado, tenemos un escenario de corto y mediano plazo con muchos factores para generar volatilidad e impactar estos precios. En el frente externo está el resultado de la elección norteamericana, el nivel de impacto en la demanda que genere la mayor o menor reactivación pos-pandemia y el ingreso de la cosecha de EE. UU., por citar algunos. Y en el frente interno, la evolución de las perspectivas económicas y el nivel de intervención sobre los mercados a los que tanto podemos temer y que sabemos impactan de lleno en la posibilidad de planificar. Por eso nuestra recomendación es capitalizar el valor del commodity actual e ir asegurando los márgenes que nos ofrece a través de las herramientas disponibles.
En este sentido, sugerimos fijar posición a abril o julio (temprano o tardío) vendiendo a futuro o generando forwards directamente con un exportador. Lo mismo al comprar insumos, capturar la excelente relación insumo/producto disponible y aprovechar las opciones de financiación que ofrecen los proveedores. Son los momentos del mercado en los que debemos ser asertivos para ir bloqueando la rentabilidad antes de que se nos escape de las manos. En todo caso si creemos que va a seguir subiendo, podemos recurrir a los put o put sintéticos (venta a futuro + compra de call), pero no dejemos de asegurar ese piso de precio para nuestra producción tal como lo hacemos al fijar nuestro piso de rendimiento eligiendo la genética, densidad y fecha de siembra.
La productividad generada por buen manejo técnico solo vale si a este rendimiento le ponemos un precio adecuado. Y si bien no tenemos la más mínima posibilidad de influir sobre el precio de los commodities, sí somos los únicos responsables de aprovecharlos cuando llegan al valor presupuestado. Es por eso que insistimos, es momento de capitalizar el valor del commodity.
Jean Francois Lantin
Director b2b-agri