La digitalización rompe con todas las formas organizacionales tradicionales transformando las empresas a una velocidad impensada en el pasado. La información fluye en forma instantánea permitiéndonos entender la dinámica y evolución de los mercados, clientes y prospectos, mejora permanente de los procesos y nuevas oportunidades de crecimiento con total transparencia y en una forma mucho más abierta y colaborativa.
De alguna manera se democratiza el flujo de información, los equipos de trabajo se convierten en aprendices permanentes en pos de mejorar la propuesta de valor y desaparece la organización jerárquica tradicional en donde jóvenes que inician su actividad laboral comparten espacios, tiempos y diseños estratégicos con experimentados gerentes de muchos años de actividad y éxitos pasados. La posibilidad de equivocarse en el camino de la creación es parte de la evolución y es un nuevo principio y base de la nueva era digital.
Las nuevas organizaciones nacen en la era digital, estas características mencionadas son parte de su ADN. Las empresas tradicionales, hoy líderes en el mercado, son análogas por antonomasia, y necesitan de una gran transformación si realmente desean competir en los próximos tiempos.
Hoy nos encontramos con la mayoría de las empresas líderes priorizando inversiones en digitalización, pero muchas de ellas no acompañan al cambio cultural requerido para una correcta incorporación digital en la organización. Por ejemplo: el departamento de TI dedicados a la selección de proveedores pero totalmente distanciados de las áreas de negocio, así como líderes de los negocios completamente analfabetos digitalmente. ¿Cuánto le pasa a usted en su empresa que cuando pide algún desarrollo queda atrapado en procesos en los que las partes no se entienden, la real necesidad del negocio no se impone? ¿Le resulta común?
Los desafíos de los nuevos CEOs es imprimir una nueva cultura digital sistémica en toda la organización al mismo tiempo de la incorporación de las nuevas inversiones tecnológicas. Esto debería ser la prioridad #1 y de esto depende en gran parte, la permanencia en el mercado. La evolución digital es un proceso complejo y de convergencia organizacional en donde todos deben aportar y los que no suman impide la evolución de la nueva organización. Por esto necesitamos a los CEOs 100% involucrados en este proceso.
Los conocimientos adquiridos están perdiendo valor día a día y el aprendizaje permanente es el camino para estar en forma competitiva.
Los problemas económicos y financieros a nivel global y local están acelerando los cambios en los mercados, en muchos casos es una buena excusa de los CEOs para focalizarse en sacar adelante la empresa en base a su expertise y experiencia tradicional, delegando las nuevas inversiones tecnológicas y los cambios culturales a los responsables de las áreas de IT y gerentes seniors.
Esto conduce a una mala implementación ya que difícilmente la organización pueda evolucionar a una digitalización sistémica organizacional sin el compromiso y la responsabilidad total del CEO y directores de la organización. A la luz de la digitalización, la organización tradicional pierde todo sentido de funcionalidad.
Estamos es un momento en donde el liderazgo empresarial en el sector agroindustrial aún está en manos de las empresas tradicionales análogas, pero somos testigos de la impresionante creación de startups en el mundo y la región que están ganado espacio y sin lugar a dudas van a liderar el mercado en los próximos tiempos.
¿Podrán las empresas tradicionales reconvertirse y seguir compitiendo en el mercado en los próximos tiempos?
Pablo Ogallar
CEO & President b2b-agri